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ECONOMÍA Y POLÍTICA (Arroyito). Emprender es difícil en países en crisis económicas como la que atraviesa Argentina en éstos últimos tiempos, situación que se agrava por la pandemia que azota a gran parte de la población mundial. Las estadísticas hablan de que el 70% de los emprendimientos no superan los dos años de vida. Pero algunos, aún en contextos poco favorables, deciden arriesgar y nadar en un océano de incertidumbres y oportunidades.
Es la historia de Walter Paulucci, que no hace muchos años que pisa este suelo, pero que dio rienda suelta a su alma emprendedora y hoy le da un aliento de vida, a un lavadero que se encontraba condenado a cerrar sus puertas, y con el, a las personas que trabajaban allí.
«La verdad es que lo pensé, lo charlamos en familia y decidimos enfrentar los riesgos de ésta dura actualidad y salvar el trabajo y el servicio que tenía históricamente el lavadero. Ppronto tendremos más novedades para los clientes, que por cierto, son muchos, pero siempre esperamos más» acotó el nuevo propietario del Lavadero 258.
Además agregó, «Es una situación de mucha vulnerabilidad para el rubro comercial, iremos paso a paso, mejorando las instalaciones y sumando calidad y atención para todos quienes vengan con su auto, moto, entre otros».
Entre el humeante café y las miradas de sus colaboradores puestas en comenzar con las actividades diarias, Paulucci dejó un mensaje alentador para aquellos que pretenden encarar desafíos con pronósticos inciertos, «la crisis genera oportunidades de negocios para aquellos que sepan verlas e innovar en determinados sectores, sin dudas marcarán la diferencia, no siempre se conjuga todo, pero el vértigo que genera el arriesgar, es un poco el combustible que nos mueve”, concluye.
