España declaró seres sintientes a las mascotas: no podrán ser abandonadas, hipotecadas o maltratadas.

España cambiará a lo largo de 2022 su relación con los animales: se esperan la prohibición de sacrificarlos, el veto al uso de fauna salvaje en los circos y el fin de la venta de mascotas en tiendas.

SOCIEDAD. Desde este miércoles, los animales son considerados en España seres sintientes, lo que significa que no podrán ser embargados, hipotecados, abandonados, maltratados o apartados de uno de sus dueños en caso de separación o divorcio. Estos cambios entran ya en vigor y modifican tres normas (el Código Civil, la Ley Hipotecaria y la Ley de Enjuiciamiento Civil), pero no serán los únicos: el anteproyecto de ley de bienestar animal, que Podemos tiene preparado desde octubre y espera aprobar en los próximos meses, incluye medidas más contundentes, como la prohibición de sacrificar animales sin causa justificada, el veto al uso de fauna salvaje en los circos y el fin de la venta de mascotas en tienda. Además, la futura reforma del Código Penal prevé endurecer las penas por maltrato animal. Una batería de normas para cambiar nuestra relación con los animales.

¿Qué novedades se aplican ya? Se regula la custodia compartida de los animales de compañía en caso de separación. Las medidas que adopte el juez pueden ser modificadas cuando así lo aconsejen no solo las necesidades de los hijos, sino también las de los animales de compañía. Además, la autoridad judicial podrá acordar la participación de los cónyuges en los gastos de manutención y cuidado del animal, y decidir el destino de este si no hay acuerdo entre los miembros de la expareja, teniendo en cuenta tanto el interés de la pareja como el bienestar de la mascota.

Desde ahora, los jueces podrán decidir que los padres no compartan los hijos con sus exparejas cuando vayan a separarse si han maltratado o amenazan con causar malos tratos a animales de compañía como forma de violencia vicaria o de género para controlar o victimizar al cónyuge o a los niños.

Estos seres vivos también se considerarán en los testamentos. Si no hubiera últimas voluntades, los animales se entregarán a los herederos que los reclamen. Si no fuera posible, se entregarán al órgano administrativo o centro que tenga encomendada la recogida de animales abandonados hasta que se resuelvan los trámites de sucesión. Si ninguno de los sucesores quiere hacerse cargo, la administración podrá cederlo a un tercero para su cuidado y protección.

El texto señala que quien encuentre a un animal perdido deberá entregarlo a su propietario o a quien sea responsable de su cuidado, salvo si hay indicios fundados de malos tratos o de abandono, cuando lo pondrá en conocimiento de las autoridades. Si lo devuelve al propietario o responsable de su cuidado, podrá reclamar los gastos de curación y cuidado.

Mientras, la modificación de la Ley Hipotecaria se refiere a que los animales de explotaciones ganaderas, industriales o de recreo no estarán incluidos en las hipotecas, y la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Civil alude a que los animales de compañía no son embargables ante impagos.

Nuria Máximo, directora de la Cátedra Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos, cree que estos cambios reflejan “que la sociedad va cambiando su visión de los animales” y cada vez los respeta más. “Ha habido un cambio en la sensibilidad de la población con el trato que damos a los animales, sobre todo aquellos con los que convivimos. A cualquier persona le preguntas y sabe que su mascota no es una cosa, pero la ley no lo reflejaba hasta ahora, por eso se daban situaciones absurdas como que se podía embargar un caballo”, dice.

Las asociaciones en defensa de los animales ven la reforma muy positiva. Nuria Menéndez de Llano, directora del Observatorio Justicia y Defensa Animal, entidad que impulsó la recogida de firmas que ha desembocado en la actual reforma, considera “de justicia que se corrija este anacronismo”: “Es histórico que se reconozca que son seres sintientes, y que se los descosifique legalmente, antes estaban reducidos a la condición de cosa, y ahora la ley reconoce que son seres vivos, con capacidad de pensar y sentir”. La abogada recuerda que con este cambio España sigue el camino de otros países europeos —como Francia, Alemania, Suiza o Portugal— pero con una normativa avanzada: “Es una reforma intensa y de bastante calado”, resume.

Proyectos para los próximos meses

En las próximas semanas está previsto que llegue al Consejo de Ministros el anteproyecto de la ley de protección animal, que se tramitará a lo largo de este año. El departamento de Derechos Sociales, que dirige Ione Belarra, de Unidas Podemos, acusa al PSOE de retrasar la aprobación de la normativa, preparada desde octubre, y recalca que forma parte del acuerdo de coalición firmado entre los dos socios de gobierno. La norma, centrada en las mascotas —deja fuera a las especies de producción de alimentos, a la ganadería y la tauromaquia—, busca prohibir el sacrificio de animales salvo por una causa justificada, con lo que se evitaría la muerte de los ejemplares que lleguen a las perreras si nadie los adopta.

Para ello, pretende acabar con el abandono de animales de compañía —entre 150.000 y 300.000 animales quedan desamparados en España cada año—. Una de las herramientas para lograrlo es la creación de un sistema de registros de protección animal, y otro de profesionales que trabajan con ellos. Habrá un tercer registro de personas inhabilitadas para la tenencia de animales.

Dos de las medidas más polémicas de la futura ley son la prohibición de dejar a un perro sin supervisión más de 24 horas y la eliminación de la lista de perros peligrosos. José Miguel Doval, presidente de la Real Sociedad Canina de España, cree que la supervisión de los cánidos es compleja de controlar: “No se debe dejar solos a los animales, pero intentar establecer criterios tan estrictos será difícil de aplicar salvo que sea bajo denuncia”. En cuanto a los perros peligrosos, se muestra favorable a la futura norma: “La legislación actual es injusta, condenar a un perro desde que nace, por ser de una raza, a ir siempre con bozal y con una correa más justa no es de recibo. La futura ley nos parece mejor que lo que había”, apunta.

Los veterinarios y profesionales del sector son tajantes y sostienen que no existe base científica para asociar agresividad con determinadas razas caninas, aunque sí con individuos concretos que pueden pertenecer a cualquier tipo, sea o no de los considerados peligrosos. Falta por concretar el procedimiento a seguir para determinar qué ejemplares son conflictivos, y en qué va a consistir el test de sociabilidad que proponen si se detecta a un perro peligroso o quién lo va a llevar a cabo.

Otras medidas incluidas en esta futura norma son el veto al uso de fauna salvaje en los circos —como ya regulan varias comunidades— o el fin de la venta de mascotas en tienda. Además, se prohíbe la cría y venta de animales por particulares, garantizando así que solo profesionales críen con todas las garantías de bienestar animal, dado que la cría entre particulares es uno de los motivos del alto número de animales abandonados. Se establece además la obligación de esterilizar a las mascotas si conviven varios ejemplares de distinto sexo que se puedan reproducir. Además, se apuesta por impulsar campañas de sensibilización y concienciación social contra el maltrato y el abandono animal.

Por último, hay en marcha una reforma del Código Penal que prevé endurecer las penas por maltrato animal, pero en este caso la modificación se encuentra en un paso muy previo, dado que todavía se encuentra en consulta pública, un trámite de transparencia previo a la tramitación legislativa.

Fuente: El País